Dicen que los dormidos, una novela

Un tiroteo equivocado arranca a un hermano mayor de lo que prometía ser una vida más de urbanizaciones de acceso controlado, aire acondicionado, y tranquilidad, y lo hunde en una profunda coma. Al despertar cuatro años después, descubre que sus familiares—y más importantemente su hermano menor—insisten que la mejor forma de lidiar con la catástrofe es haciendo de tripas corazones: olvidar y seguir como si nada hubiese sucedido. Él, sin embargo, regresa convencido de que la violencia nunca es accidental.Dicen que los dormidos es, a la vez, un canto a la hermandad, una reflexión sobre la violencia, y una novela detectivesca sin detectives ni sospechosos que da cuenta del resquebrajamiento de las fantasías de la clase media en tiempos de crisis.

Dicen que los dormidos (2014 / 2015 / 2017)

Dicen que los dormidos, piedras


Un tiroteo equivocado arranca a un hermano mayor de lo que prometía ser una vida más de urbanizaciones de acceso controlado, aire acondicionado, y tranquilidad, y lo hunde en una profunda coma. Al despertar cuatro años después, descubre que sus familiares—y más importantemente su hermano menor—insisten que la mejor forma de lidiar con la catástrofe es haciendo de tripas corazones: olvidar y seguir como si nada hubiese sucedido. Él, sin embargo, regresa convencido de que la violencia nunca es accidental.Dicen que los dormidos es, a la vez, un canto a la hermandad, una reflexión sobre la violencia, y una novela detectivesca sin detectives ni sospechosos que da cuenta del resquebrajamiento de las fantasías de la clase media en tiempos de crisis.


“Y ahí está la novela de Gutiérrez Negrón: trata de atribuir palabras a una realidad que lo supera, lo abruma, lo excede. El acto fútil de la literatura. Se trata de la “reescritura de un contrato con el universo”, de tratar de dar orden a un desorden, que reescribir lo escrito, que es como el acto escriturario mismo. Ante la amplitud de tal dimensión, el realismo que sostiene los conflictos humanos en la narración necesita fortalecerse de pasajes oníricos de suma belleza, sí, pero gran valor en la caracterización de los personajes…

Sergio Gutiérrez Negrón se debe, sin cargos de conciencia, a muchas tradiciones literarias que cruzan en su texto, donde las reminiscencias de Manuel Abreu Adorno son inevitables. Junto a Eduardo Lalo, Luis Negrón y Janette Becerra, Sergio se coloca en el lado más despierto de la literatura puertorriqueña. En fin, el triunfo de Dicen los dormidos, más que su reflexión sobre la violencia (que también es un personaje) y sus efectos, es fundamentalmente artístico.

-Elidio Latorre Lagares